Sudáfrica - 4 de noviembre de 2021
Con levantamientos y combates por el pan en las calles en Swazilandia y en Sudáfrica, con huelgas generales de los metalmecánicos del NUMSA, trabajadores de servicios, portuarios, transporte, chocando con el ejército del CNA y enfrentando y boicoteando las elecciones
La clase obrera sudafricana combate contra el régimen de la reconciliación del CNA-PC
¡Es el momento de conquistar una huelga general revolucionaria para tirar al régimen y al gobierno de Ramaphosa!
La crisis económica mundial pegó en Sudáfrica y se agudizó producto de la pandemia del COVID. Una situación de catástrofe golpea a los explotados de la región, desocupación que ataca sobre todo a la juventud; hambre, inflación; falta de vivienda, de luz, de agua; decenas de enfermedades que son producidas por la pobreza a las que se suma el covid-19 y ¡no hay vacunas para la población!
Entró en crisis el Régimen de la Reconciliación convenido por el imperialismo con la burguesía negra y el PC, quienes entregaron la revolución sudafricana.
Este 1 de noviembre hubo elecciones municipales en Sudáfrica. Los trabajadores, las masas explotadas hicieron sentir su bronca, odio, decepción contra este régimen. Años de confianza, con expectativas en que este gobierno los escuchara y que les resolviera las penurias inauditas que padecían. Pero esto se terminó, los explotados dijeron ¡basta! Y después de 27 años de gobierno del CNA, le dieron la espalda y no fueron a votar, imponiéndole un verdadero boicot al engaño electoral de la burguesía, y ya nada puede ser como antes. Votó menos del 30% de los empadronados. Fue la peor elección de este gobierno en su historia desde la implantación de este régimen; los partidos de la oposición que se presentaron también perdieron caudales de votos.
En muchas localidades las masas obstaculizaron que se entrara a votar, cavando grandes pozos delante de las puertas, armando piquetes y denunciando a gritos sus quejas, e incluso atacando algunos de los candidatos del gobierno cuando iban a votar. Precisamente en Soweto, donde viven los obreros desocupados, los más explotados, no solo hubo abstención, sino que cavando zanjas y sembrando grandes piedras en los caminos de acceso y alrededor de los centros de votación, donde pusieron candados en las puertas e incluso quemando algunas urnas, impidieron la votación.
Y en otras localidades directamente se veían los lugares vacíos de votantes durante el día. Y el gran ausente fue la juventud. Los más viejos con gran decepción votaban por el CNA, pero para darles una última oportunidad. El ejército tuvo que blindar la residencia de Ramaphosa por temor a una embestida de las masas. Éstas declaraban en la prensa burguesa, que durante estos años no habían conseguido nada y seguían viviendo en chozas, sin agua, ni baños, ni electricidad, ni caminos por donde transitar a pie, o con cortes prolongados del servicio eléctrico, o con las aguas servidas corriendo por las calles sin pavimentar, sin un futuro para ellos ni sus hijos, mientras sus dirigentes se hacían socios y CEOs de las transnacionales y solo se preocupaban de favorecer a éstas y de enriquecerse a costa de la miseria de las masas.
Estamos ante una crisis del régimen de la reconciliación del imperialismo y la burguesía negra del CNA-PC. Ya que el problema nacional sudafricano se ha agudizado a grados extremos, el pacto de la burguesía negra de Mandela y el partido comunista con el imperialismo que entregó la revolución negra sudafricana, impidió la liberación nacional y permitió el saqueo del sur de África, ha entrado en crisis. La clase obrera y las masas oprimidas de la región comenzaron la lucha contra el régimen asesino del CNA-PC, ¡Abajo el régimen de la reconciliación!! ¡Paso a la revolución sudafricana!
El odio y el hartazgo del conjunto de las clases explotadas se venía haciendo sentir
Ya en el mes de junio, en Suazilandia -reino ubicado dentro del territorio de Sudáfrica en la frontera con Mozambique- tuvieron lugar acciones de masas, que expresaron la ira en las calles contra el régimen dictatorial del rey Mswati III y contra las terribles condiciones de vida y penurias que alcanzan al conjunto de los explotados del continente africano. En julio en Sudáfrica ganaron las calles las masas explotadas, si bien en un comienzo se levantaron los zulúes -etnia a la que pertenece Zuma, ex presidente de Sudáfrica-, pues estaban en contra que lo encarcelen por denuncias por corrupción. Pero rápidamente este levantamiento se convirtió en ira y odio de las masas hambrientas, los obreros desocupados por las condiciones de vida de miseria y hambre. Por ello saquearon centros comerciales, supermercados, tiendas, quemaron 1.400 cajeros automáticos, enfrentándose con la policía durante días. Hechos que no acontecían desde hacía 30 años, después de la abolición del apartheid. Jornadas que enfrentaban directamente al régimen y gobierno del CNA, que no dudó en sacar el ejército a la calle para reprimir y al igual que hizo cuando masacró a la Huelga de Marikana asesinando a 34 mineros. En esta oportunidad asesinó a más de 350 manifestantes; además, la policía y el ejército, bajo las órdenes del gobierno, desató una cacería contra los inmigrantes, que fueron perseguidos, allanaron sus casas, ¡asaltaron sus asentamientos robándoles la escasa comida que tenían! echándole la culpa de las penurias que sufren los explotados nativos e impulsando así su expulsión!
Ante la grave crisis económica, social y política,
la clase obrera salió a la huelga
Sudáfrica se vio sacudida, en octubre, por una gran lucha del proletariado industrial, que fue continuidad de las heroicas jornadas de julio, y las de junio en la nación suazi. Para parar y desviar estos levantamientos en Sudáfrica la burguesía dispuso que se realizaran las elecciones municipales, que venían siendo postergadas por la pandemia, para el 1 de noviembre.
En el aspecto económico, la industria automotriz durante el año pasado congeló los salarios del sector con la excusa de poder conservar así los puestos de trabajo. Su producción de autos para la exportación había bajado y este año, producto de la falta de componentes importados, falta de inversión, se da una relativa reactivación en el sector pues necesitan producir más, para exportar luego de un año de recesión.
Ante la terrible desigualdad entre los salarios de los CEOS y los trabajadores del sector, con los gerentes cobrando fortunas mientras los obreros metalmecánicos tuvieron sus salarios congelados durante 2020; el NUMSA, la central sindical más grande de los metalmecánicos, convocó a una huelga nacional indefinida a partir del 5 de octubre reclamando un aumento de salario del 8%. Las cámaras patronales solo ofrecían un miserable aumento del 4% .
Miles de trabajadores ganaron las calles vistiéndolas del rojo de sus camisetas, realizando piquetes y movilizándose diariamente. Esta huelga, vista con buenos ojos por el conjunto de los trabajadores, arrastró a otros gremios por fuera del NUMSA, lo que impulsó a la central sindical COSATU, central oficialista, que llamara a un paro de 24hs, de brazos caídos contra el ajuste del gobierno. De esta manera la huelga económica llamada por el NUMSA se transformó rápidamente en una lucha política de masas que atrajo la solidaridad de los trabajadores de los servicios eléctricos y de todos los explotados del África del sur. En medio de la huelga, las masas de la nación suazi volvieron a las calles contra el rey del Bantustán en que se ha convertido su nación; con choques con la policía y la soldadesca, comenzó la lucha política de masas.
Las organizaciones obreras y sus partidos intentaron dividir la huelga del NUMSA de las acciones de masas, evitando así que todos, los trabajadores de Sudáfrica, ocupados y desocupados junto a los inmigrantes ganasen las calles pues esto podía agudizar la situación y golpear al gobierno del CNA ya herido por una crisis interna importante. Rápidamente la lucha económica se transformó en lucha política pues la clase obrera y las masas explotadas sabían dónde golpear. Pues para conseguir algo, tenían que pegarle al régimen y hacerlo estallar por los aires.
El jueves 28 el NUMSA, mostrando buena predisposición con la patronal, levantó la huelga, aceptando lo que la cámara SEIFSA, que aglutina a las empresas automotrices más importantes, ofrecía: el 6% ahora, y a partir de 2022, el 2% no sobre la inflación sino fijo durante dos años. Pero el mismo NUMSA denuncia que las pequeñas fábricas, las Pymes no pagarán estos aumentos, que solo quedará restringido a las grandes empresas. Es decir, solo un sector de la clase obrera sudafricana gozará de ese aumento mientras que el resto de los trabajadores, los desocupados, los inmigrantes seguirán padeciendo terribles penurias. Así, el NUMSA separa y desgarra las filas de los trabajadores en lugar de convertirse en el bastión de unificar sus filas y encabezar una lucha decisiva hasta que caiga el régimen.
Los obreros y las masas de Sudáfrica rompen con el CNA y el PC
Esta lucha de los obreros sudafricanos retoma la lucha de los trabajadores de Marikana y las huelgas generales contra Zuma; la clase obrera y los explotados han roto con el CNA y ya nada puede ser como antes. Hay que unificar las filas del conjunto de la clase obrera sudafricana, con la de la nación Swuazi, con los inmigrantes venidos de toda la región en busca de trabajo. Esta huelga hubiera sido una gran oportunidad de iniciar un camino para ponerle el pie en el pecho a esa burguesía blanca y negra lacayos de las transnacionales imperialista que roban todas las riquezas del suelo de ese continente, hacer estallar por el aire a los responsables de todas sus penurias. Es que está al orden del día tirar abajo al gobierno de Ramaphosa y del CNA-PC, único camino a seguir para conquistar el pan, trabajo, tierras y resolver todas las demandas de los oprimidos.
Las masas de África del sur con su lucha se han colocado en un ángulo de 180% con la política de sus direcciones que las entregan al imperialismo como esclavos (CNA-PC), y de la SAFTU (federación sindical que rompió con el COSATU) que impiden que se una la clase obrera sindicalizada con el resto de los trabajadores de Sudáfrica. El Partido Socialista Revolucionario de los Trabajadores surgido de la dirección del NUMSA y apoyado en todas las organizaciones obreras del continente ha demostrado ser impotente ante la lucha revolucionaria de las masas, negándose a encabezar estos combates y llevando las justas demandas de las masas a la vía muerta de las elecciones.
La tarea del momento: unir las filas obreras de toda África del sur para derrocar al régimen del CNA-PC
¡Comités por fábrica, por barrio, por región, por colegio para organizar la huelga general revolucionaria!
¡Que se abra la revolución socialista!
¡Es hora de romper con el régimen de la reconciliación y convocar ya mismo a un congreso de todas las organizaciones obreras de África del sur ¡el NUMSA, federación sindical de trabajadores que rompió con el COSATU junto a su federación sindical, el AMCU desde las minas de Marikana tienen toda la autoridad para convocarlo ya, junto a las centrales sindicales como la ZTUC de Zimbawe, la central sindical y la unión de estudiantes de Suazilandia y las organizaciones de toda África del sur. Desde estas organizaciones obreras debe surgir el llamado a constituir un Congreso obrero de ocupados, desocupados, inmigrantes, campesinos pobres de toda la región ¡Hay que expropiar a las transnacionales, al imperialismo y a la burguesía negra esclavista de su propio pueblo!
Hay que poner en pie y centralizar los comités por fábrica, por barrio, por región, por colegio, para votar ya una Huelga general revolucionaria para que caiga el gobierno y el régimen del CNA.
Es la tarea del momento poner en pie los comités de autodefensa armados para defenderse de la policía asesina de los trabajadores de Marikana y el pueblo hambriento. Disolución de todas las fuerzas represivas. Que los soldados rasos rompan con el ejército de la casta de oficiales blancos, desobedezcan a sus superiores y se pasen a las filas del movimiento obrero con sus armas y se nieguen a tirar sobre las masas oprimidas que luchan por el pan ¡Comités de soldados rasos!
Para resolver el problema del hambre hay que romper con el imperialismo y dejar de pagar la deuda, hay que expropiar toda la tierra de Sudáfrica, estatización sin pago y bajo control obrero de todas las minas, las fábricas y los establecimientos
Expropiación de la banca, para dar créditos, semillas, herramientas, maquinarias baratas a los campesinos. Banca nacional única.
¡Fuera el imperialismo y la burguesía negra! ¡huelga general revolucionaria hasta que caiga el régimen!
Otra vez las masas africanas vuelven a ponerse en pie para luchar por su liberación. Traicionadas mil y una vez por el estalinismo y los movimientos de liberación nacional como el CNA o el ZANU, que entregaron las revoluciones anticoloniales pactando con el imperialismo para redibujar las fronteras nacionales de las naciones africanas y hacerse millonarios explotando a los trabajadores, asociados al imperialismo. La lucha contra el apartheid, es decir la lucha de liberación nacional de África del sur debe culminar derrocando a la burguesía negra, con la puesta en pie de un Gobierno obrero y de los campesinos pobres basados en los organismos de autoorganización armados de las masas en lucha.
Es que, por la traición a la lucha de liberación nacional de África, millones de trabajadores viven como parias migrando hacia las minas y el campo para trabajar como esclavos peor que en la época del apartheid. Por miles, los esclavos modernos del África martirizada mueren en el Mediterráneo intentando llegar a Europa para sobrevivir, mueren ocupados militarmente en Haití, llenos de enfermedades y hambre y son masacrados en las fronteras de EE.UU. como morían en los barcos de los esclavistas hace siglos. El imperialismo español los recibe con tanques en Ceuta y los esclavizan en Libia. A pesar de esto, en sus luchas la clase obrera negra recorre nuevamente las rutas de los esclavos, pero esta vez poniendo en pie sus organizaciones como los Chalecos Negros de Francia, los movimientos contra los asesinatos de la policía en los EEUU... Desde allí, del corazón del imperialismo de las organizaciones como Black Lives Matter, y de todas las organizaciones negras surgirán las fuerzas para liberar el África martirizada. La lucha del movimiento obrero negro por su liberación ha vuelto a empezar, con Sudáfrica como punta de lanza. ¡Todas las fuerzas de la clase obrera y el movimiento obrero negro a Sudáfrica, allí está empezando el camino de su liberación!
¡Por una federación de repúblicas negras soviéticas y socialistas de toda África del sur!!! ¡Que comience la revolución de los explotados, que se abra la revolución socialista!
WIL de Zimbabwe |